FE SILENCIOSA
Entramos ya en la recta final del tiempo de Adviento con este cuarto domingo donde se nos propone vivir la fe desde la interioridad, desde la confianza confiada y activa que lleva a que el proyecto de salvación que Dios tiene para con el mundo vaya siendo una realidad y en donde nuestra participación y cooperación son fundamentales, hasta el extremo que Dios salva al hombre con el y desde el mismo hombre, Jesús, Dios y hombre verdadero, pero para ello quiere, necesita contar con nuestra colaboración, como ya hemos dicho.Los textos que se nos ofrecen a nuestra consideración son los siguientes.
El primero es de Isaías ( Is. 7,10-14 ) en donde el profeta le pide al rey Acaz que se había apartado de la fe de los padres, que cambie su actitud, que deje la idolatría y se vuelva al Señor. El rey con palabras evasivas se niega a ello pero el Señor por medio del profeta ratifica su querer cumplir con la alianza hecha a los padres aunque el rey no la tenga en consideración y le promete un salvador que vendrá a liberarles de la opresión que estan sufriendo por parte de Siria e Israel (Estamos en el reino de Judá) y que además amenazan con unirse a la tribu de Efraín para atacarles. El pueblo tiene miedo. El Señor por medio de Isaías interviene y aunque Acaz no quiere hacer caso el profeta le anuncia la palabra y el deseo del Señor diciéndole: “ Pues el Señor, por su cuenta, os dará una señal. Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pone por nombre Enmanuel ( que significa : “Dios-con- nosotros”) Esta es la primera lectura y la situación en la que la profecía se pronuncia. y la concluimos diciendo: Dios es fiel a pesar del pecado del hombre.
Pasamos ahora al texto del evangelio ( Mt. 1,18- 24 ) en donde es otro hombre, un hombre de Dios: José, de la familia de David, como el Rey Acaz, y del que se dice que era justo, es decir un hombre de Dios, temeroso de Dios.Si en la primera lectura nos encontramos conque Acaz, el rey, no quiere hacer caso de la palabra, no quiere abandonar sus idolatrías poniendo en grave peligro al pueblo, en el texto del evangelio nos hallamos a este otro hombre, que se entrega al proyecto de Dios y así, aceptando la palabra, renunciando a lo que creía debía hacer porque era lo correcto, no olvidemos que pensaba repudiar a María, acoge lo que se le propone, cambia de pensamiento y hace que la historia de la salvación vaya encontrando su camino. y decimos:
Dios necesita del hombre para salvar al hombre.
Y vamos ahora a la segunda lectura que es de Pablo
( Rom.1,1-7)
y en donde nos hallamos a otro hombre que habiéndose encontrado con Jesús en su caminar por la vida, lo deja todo con tal de que esa salvación que el mismo ha experimentado, sea salvación para todos. Pronto descubre Pablo que su misión es anunciar el Evangelio de Dios y despues de hacernos una breve reseña sobre la historia de la salvación nos presenta a alguien constituido según el Espíritu Santo Hijo de Dios, con pleno poder por su resurrección de la muerte: Jesucristo, nuestro Señor, para terminar implicando a todos los cristianos de Roma en este proyecto de ser “el pueblo santo de Dios al que han sido llamados por Cristo Jesús”. Hoy ese pueblo somos todos y cada uno de nosotros.
De esta forma nos vamos percatando de como Dios actúa en la vida, en la historia y descubriendo como la fe y la confianza tienen importante papel en todo este proyecto; descubrimos cómo la salvación de los demás, en cierto modo, depende de nuestra fidelidad y cómo Dios va a seguir actuando aunque el hombre le niegue.Cuando decimos que Dios es fiel hemos de entender que la fidelidad de Dios esta por encima de la negación del hombre. Eso que nos cuesta tanto entender y que Jesús se empeña en iluminar cuando desde su vida acoge a publicanos y pecadores y habla de la alegría en el cielo por un pecador convertidos, por eso andaba siempre con gente de dudoso comportamiento y prostitutas, para provocar en ellos el deseo de encontrarse con la verdad y la paz del corazón que solo la da el Padre.
¡¡Feliz cuarto domingo de Adviento!!
José Rodríguez Díaz




No hay comentarios:
Publicar un comentario