MONICIÓN DE ENTRADA.
Cada vez que somos capaces de descubrir y aceptar la presencia de Dios en nuestera vida, bien sea por la palabra o por cualquier otro medio, estamos acercándonos a la sabiduría de Dios, al misterio que nos salva. Ello nos va identificando con y en Dios. Nuestra vida se va transformando sin diluirnos al tiempo que nos engrandece sin repudiar nuestra humana y propia condición. Recibimos al celebrante.
MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA ( Sa. 18,6-9).
El texto que vamos a proclamar nos lleva hasta Egipto en donde el pueblo esperaba la liberación. La espera se convierta en tiempo de oración que fortalece la confianza y la caridad entre ellos.
MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA ( He. 11,1-2.8- 19 ).
El autor de la carta a los Hebreos nos hace un recorrido por la fe del pueblo que ha sido liberado y lo ofrece como modelo para que aquellos que le lean sepan tambien creer y esperar en la misericordia y la fidelidad de Dios.
ORACIÓN DE LOS FIELES.
1.- Oremos por el Papa, los obispos, sacerdotes y diáconos, para que fieles a la palabra sepan anunciarla y ofrecerla como don y consuelo de Dios. R
2.- Oremos por la paz en el mundo, para que todos los hombres puedan mirar al futuro llenos de esperanza. R
3.- Oremos por los inmigrantes, para que puedan encontrar el bienestar que andan buscando y sean respetados y atendidos allí a donde lleguen.R
4.- Oremos por los enfermos, los ancianos, los que sufren maltrato, por nuestra diócesis y nuestra parroquia. R
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