REAPRENDER LO APRENDIDO
En el texto que se nos ofrece este domingo ( Marc. 1,40-45) para la reflexión vemos como un leproso se acerca a Jesús poniéndose de rodillas y suplicándole en abandono total, le dice: " Si quieres, puedes limpiarme".
Es digno de admirar como el Evangelista Marcos con tan pocas palabra nos describe cual ha de ser la actitud del que espera, la actitud de la oración del que suplica al Señor. No hay palabra que sobre. Nos dice: se acercó, le suplica, se pone de rodillas y lo deja todo a la voluntad de Jesús, no le exige. : " si quieres" le dice; tampoco trata de chantajearle, haciendo promesas... haré esto o daré lo otro.. No. Es la radicalidad del hombre en su necesidad e indigencia y abandono ante quien sabe puede curarle, la que pide ayudaLa reacción del Maestro es escueta, sencilla, directa, sin preámbulos ni adornos : " Quiero, queda limpio", le dice. Pero antes nos hace notar el Evangelista que Jesús sintió lástima, extendió la mano y lo tocó, en un gesto de solidaridad y comprensión.
Pienso que quizá estamos tan acostumbrado a la misericordia de Dios manifestada en Jesús para nuestra salvación que esto que leemos no nos llama la atención y pasamos de largo de lo que Marcos nos dice en este encuentro.
Quizá debiéramos pararnos mas a la hora de acercarnos a la Palabra, prestar mas atención a esta manifestación misericordiosa de Dios que sigue siendo viva. Dios sigue actuando en favor de los que le buscan con sinceridad de Corazón y nos llama a ello. Quizá hiciera falta volver una y otra vez con mirada contemplativa y corazón que busca a Jesús para darnos cuenta de la grandeza, la magnanimidad, la ternura y la compasión de Dios manifestada en el Hijo Amado para con todos y cada uno de nosotros y que nosotros desde nuestra pequeñez, estamos llamados a aprender e imitar.En los tiempo que corren necesitamos dejarnos ganar por la Buena Noticia que es Jesús, por sus gestos, sus palabras, su forma de actuar sin complejos y desde la seguridad de que somos mensajeros de una gran, hermosa y buena noticia para todo el mundo. Esto nos ha de llevar a no conformarnos con ser meros espectadores pensando que como ya Dios actúa y además como se lo pedimos en nuestros rezos, pues está todo hecho y no es así. Me pregunto ¿ Qué pasa con la compasión, la cercanía, la palabra, la acogida, el hacer del sentir del otro nuestro sentir ?San Pablo en la segunda lectura ( 1a Cor. 10,31-11,1) con respecto a lo que venimos diciendo nos dice como lo hacia el, dice: " Por mi parte, yo procuro contentar en todo a todos, no buscando mi propio bien, sino el de ellos para que todos se salven.
Seguid mi ejemplo como yo sigo el de Cristo "
¡¡Feliz día del Señor!!
José Rodríguez Díaz
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