LA PALABRA DEL DOMINGO. DOMINGO PRIMERO DE CUARESMA. CICLO B.

TIEMPO DE GRACIA Y MISERICORDIA

En este primer domingo de cuaresma la Iglesia, como madre sabia, pone en nuestras manos el capítulo primero de San Marcos en donde Jesús inicia  su labor apostólica ( Mac.1,12-15 ) Se nos dice en este texto que una vez Juan fué arrestado se marchó Jesús a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios diciendo:" Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed la Buena Noticia". El evangelista, antes de consignar este acontecimiento, da testimonio muy somero de la estancia de Jesús en el desierto donde fué tentando. Es un texto muy breve pero lleno de sugerencias y en donde se anuncia que Dios está actuando de forma nueva y sorprendente en medio del pueblo, primero con el testimonio de Juan y ahora con Jesús que  dice y proclama que " el tiempo se ha cumplido" . 
Esta es la hora del Padre, esta es la hora en que hay que alegrarse, porque Dios se manifiesta a nuestro favor y nos quiere recuperar haciéndonos un  pueblo nuevo. Esta es el tiempo de la esperanza, pero se hace necesario que los que escuchan crean en esta  palabra, en este momento. Hace falta volverse a Dios, convertirse, tratar de descubrir en el acontecer de cada día la acción Dios que sigue actuando.

La promesa nacida de la Alianza se está cumpliendo. El Dios de nuestros padres que es Dios de vivos se acuerda de su misericordia y su fidelidad de generación en generación como dice María en su cántico de alabanza. Esta es la alegría del primer anuncio y que se encierra en el mensaje de Jesús para los suyos y en su momento.

Y Dios sigue actuando hoy, desde la misma Iglesia  y sigue anunciando un tiempo de gracia y misericordia porque el tiempo es ya, es ahora. Tiempo que se prolonga a lo largo de las edades y las generaciones. Hoy nos toca a nosotros el anuncio, hoy nos toca a nosotros vivir y hacer patente la misericordia de Dios, hoy nos toca acoger y anunciar , hoy nos toca a nosotros saber lo que el desierto significa y  revolver a mirar y a escuchar y hacer nuestro el mensaje que Jesús ha puesto en nuestras manos y nuestro corazón. Este es el tiempo de Gracia y de misericordia, no solo para nosotros, que si, sino también para que lo anunciemos sabiendo que muchos lo van a rechazar otros, no. Pero por ello  eso no va a dejar de suceder. Ahí es donde debe estar nuestra confianza y nuestro estímulo para seguir anunciando en el camino que  estamos llamados a realizar con todos los hombres y mujeres que Dios pone a nuestro lado. Ese ha de ser nuestro anuncio, el mismo con el que Jesús inicio su  vida pública: el tiempo se ha cumplido, el tiempo es ya, hemos de convertirnos y creer la Buena Notica.

 ¿Dónde encontrar la fuerza y el ánimo para todo ello? En la oración, que favorece la entrega, fortalece la esperanza y caldea en el amor.  Esa es el arma que hemos de utilizar, como hizo el mismo Jesús.

¡¡ Feliz primer domingo de cuaresma!!

José Rodríguez Díaz