"... Y SE MARCHARON CON ÉL"
El texto del evangelio de San Marcos que se nos ofrece para reflexionar este domingo nos da noticias de cuando y donde se inicia la actividad de Jesús. El dato es el arresto de Juan el Bautista, a partir de ahí Jesús inicia su labor y lo hace anunciando la cercanía del Reino de Dios e invitando a la conversión y a creer la Buena Noticia. Lo mismo que hacía el Bautista. El lugar es Galilea junto al lago y es ahí donde invita a Simón y a su hermano Andrés y mas adelante a los hijos de Zebedeo : Santiago y Juan a seguirle, a estar con el. Los cuatro estaban en sus quehaceres de pesca, eran pescadores. Se nos dice también que ellos dejándolo todo lo siguieron. Y da comienzo una nueva aventura, una nueva etapa de la historia de la salvación que apunta mucho mas allá de lo concreto y está llamada a generar nuevas esperanza, a renovar corazones, a crear nueva familia , a renovar la humanidad entera. Y descubrimos que todo lo que fué dicho Abrahán y anunciado por los profetas llega hasta nuestros días en donde también nosotros hoy nos sentimos impelidos a seguir a este Galileo que pone en el corazón de los hombres algo nuevo capaz de sobrepasar cualquier angustia o miedo que la humanidad a lo largo de los día pueda sentir o experimentar. De esa forma aquello que leemos en el libro del Genesis de que no es bueno que el hombre este solo, alcanza una nueva dimensión y se expande mucho mas allá de la compañía humana, de la mera fraternidad, esa expresión del deseo de Dios también nos está diciendo que el quiere acompañar al hombre en su trabajo, en sus proyectos, en su ilusión, en definitiva, en su vida.
Así que, seguir al Galileo trae consigo ese ir descubriendo, ese saber que Dios quiere nuestra compañía. Lo que hace Jesús no es ni mas ni menos que provocar, poner las bases de una nueva relación y amistad con Dios que busca el bien del hombre, su felicidad, su paz.
Esa invitación a seguirle inaugura algo nuevo que a lo largo de los años sigue manteniendo frescura, novedad y un no sé que de misterio, que embarga e ilusiona. La llamada del Señor a cada hombre hoy sigue siendo novedad que provoca cambio de vida porque pone al hombre ante el misterio del Dios que se entrega total y definitivamente. Dios en nosotros y nosotros en Dios.Esa es la Buena Noticia, por ahí anda lo del Reino de Dios.
¡¡Feliz día del Señor!!
José Rodríguez Díaz
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