RESUCITÓ MI AMOR Y MI ESPERANZA
Los textos que se ofrecen a nuestra consideración son muy elocuentes . Así el primero, de los Hechos delos Apóstoles, nos dice como empezaron a sentirse y construir la comunidad los primeros cristianos, lo que hacían y compartían con un nuevo estilo de vida fundado en la experiencia de Jesús que les llenaba de alegría y regocijo y que no pasaba indiferente a los que le conocían.
La segunda lectura es de la primera carta de San Pedro en donde da gracias a Dios por todos los beneficios derramados que con gran misericordia y por la resurrección de Jesús regala a los creyentes haciéndoles nacer de nuevo, renovando la esperanza y dando la certeza de ser herederos. Herencia que nos está reservada en el cielo.
El texto del evangelio nos sitúa en el primer día de la semana, al anochecer, cuando Jesús se manifiesta como resucitado a los discípulos los cuales cuentan a Tomás, que no estaba con ellos, lo sucedido. Tomás se niega a aceptar el testimonio de la resurrección de Jesús que los hermanos le dan poniendo condiciones para creer las cuales serán satisfechas porque a los ocho días el Señor vuelve a manifestarse y sí está Tomás el cual es invitado por el mismo Señor a despejar sus dudas y alejar los miedos.
Estos son, digamos, los mimbres con los que la Iglesia se va consolidando en la fe y fortaleciendo en el amor y en donde la resurrección de Jesús es el eje, la dinamo que genera, mueve, reúne disipa dudas y conmueve a los suyos y a los que están cerca: la comunión, la esperanza, la fe que duda, la acción de gracias... en una palabra, la misericordia de Dios manifestada para la salvación de los hombres, de todos los hombres.
Es tiempo de Pascua perenne, es tiempo de alegría y regocijo, de esperanza y paz, PORQUE ESTE ES EL DÍA DEL SEÑOR , ESTE ES EL TIEMPO DE LA MISERICORDIA claro que si, que nos ha de llevar a repensar de donde venimos y cual es nuestro camino. Hemos de abrir nuestro corazón a pesar de las dudas sabiendo que Cristo , el Resucitado, está entre nosotros . Acompaña , con su poder, la marcha de la historia aunque es verdad que a veces, nos falta sensibilidad para detectar esta presencia, pero eso no quiere decir que no esté, que no se preocupe por los suyos, que no acompañe en todo y cada uno de los momentos tanto personales como comunitarios. Jesús es el Señor, no lo olvidemos. No dejemos que nada ni nadie nos robe esta certeza.¡¡Feliz Pascua de Resurrección !!
José Rodríguez Díaz
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