sábado, 29 de abril de 2023

CUARTO DOMINGO DE PASCUA, DOMINGO DEL BUEN PASTOR . CICLO A

TU VARA Y TU CAYADO ME SOSIEGAN

El texto del evangelio que se nos regala  este domingo es el inicio del capítulo10 en San Juan  y viene a continuación del ciego de nacimiento a quien los fariseos terminan por  expulsar de la sinagoga porque este hombre no  dice los que ellos quieren oír al tiempo que manifiestan  su no querer aceptar a Jesús  que les acusa de estar ciegos y no querer ver como Dios  actúa y sigue actuando en favor de su pueblo y es a continuación de esta  controversia cuando Jesús en el texto de hoy, se presenta como el Buen Pastor  haciendo clara referencia al capítulo 34 de Ezequiel, también nos habla de ello el salmo 22.

A tener presente que Jesús no solo dice que el es el Buen Pastor sino que actúa como tal  y eso nosotros lo sabemos, solo hemos de mirar su vida,  qué hizo  y como supo llegar hasta el final  en una actitud de generosidad total y de preocupación por los que  estaban con el en ese momento. Hemos de redescubrir  la  aceptación del Padre  que no solo fue allá en el bautismo, en el Jordán - el Hijo Amado  - sino  a lo largo de toda  su vida de entrega generosa  y confiada. La Resurrección de Jesucristo es el esplendor de la gloria del Padre que se manifiesta para regocijo, consuelo y ánimo de los  que le buscan con corazón sincero, de los que le aceptan como Padre, de los que esperan. Nos da un Pastor lleno de gloria y luz, el Hijo Amado, el Resucitado.

Este Buen pastor, Nuestro Señor Jesucristo, es el gran regalo que el Padre hace a la humanidad que     anda muchas veces como el mismo Jesús dijo, como oveja sin pastor,  desorientada y sin saber donde encontrar  la paz, el consuelo y la esperanza  ante los avatares de la vida. 

Por otro lado, este acontecer de Dios en la vida del mundo por medio del Hijo Amado que hoy  celebramos, ha de llevarnos a preguntarnos donde estamos situados porque es que nos puede suceder como a los fariseos  que agarrándose a un dios monolítico  niegan la posibilidad de que pueda actuar y hacer y acercarse a los suyos e inclusive  entregarse por los suyos en ese estar en todo momento cuidando y favoreciendo al hombre en su indigencia, en su necesidad, en lo cotidiano.

Entrar por la puerta no es mas que aceptar a Jesús  en nuestra vida, aceptarle  como el que nos salva de nosotros  mismos  dirigiendo nuestros deseos y sentimientos  hacia los demás, liberándonos de nuestros yoes egoístas y  siendo generosos en el quehacer cotidiano en donde  todos andamos necesitados y entonces es cuando empezaremos a no  andar como ovejas sin pastor, porque es el señor mismo quien nos conduce y reconduce en todo momento, el que sugiriendo y dándonos su palabra nos señala el camino que hemos de hacer , el que con buen cayado  camina junto a nosotros procurándonos lo necesario y , sobre todo, dándonos la certeza y la paz de su compañía.

¡¡Feliz domingo del Buen Pastor!!

José Rodríguez Díaz





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