DOMINGO TRECE DEL TIEMPO ORDINARIO. Ciclo C.
LUC. 9,51-62,
MIRÁNDONOS EN EL PROPIO ESPEJO
El texto del evangelio de este domingo nos pone ante nuestra opción por seguir a Jesús y nos interroga por el lugar que ocupa en nuestra vida.
Seguir a Jesús no puede quedar en algo que se desee y que está muy bien, o en algo que realmente se quiera hacer y se haga. El tema está EN SABER PERMANECER EN ESA OPCIÓN y estar continuamente en ello, porque las ataduras que, muchas veces con cariz ingenuo, a las que nos vamos atando, son con mucha frecuencia, autenticas dificultades a la hora de seguir al Maestro con total y plena libertad.
El texto de este domingo nos lo muestra: La violencia de cualquier tipo que a veces empleamos y en nombre de Dios.
El intentar quedar bien con Dios ante los demás, "te seguiré a donde quiera que vayas", le dice uno, pero no se mueve ni está dispuesto ha hacerlo.
Los lazos familiares muchas veces disfrazados de un deber mal entendido. Reflexionando el tema descubrimos que seguir a Jesús está muy relacionado con la dimensión profética que El mismo lleva a cabo y que se sostiene en el abandono total en las manos del Padre.
Esto suena a heroico y lo es. El problema está en saber mantenerse ¿ Cómo? haciendo lo mismo que hacia el Maestro. Resulta que la misión que nosotros hemos asumido no es distinta a la suya: Anunciar el Reino de Dios y por tanto, el alimento que nos mantenga en ella ha de ser el mismo: La relación cotidiana con el Padre desde la oración y el amor que se ha de manifestar en el encuentro con los hermanos, vengan de donde vengan y sean lo que sean.
Sabemos de sobra y bien que lo sabemos, que esto, por nosotros mismos, no lo alcanzamos. Necesitamos la ayuda del Señor, la fuerza del Espíritu, la Palabra y la presencia del Hijo junto a nosotros y mucha humildad, una gran dosis de humildad que no permita que nos llenemos de soberbia con cara de buenos lo mismo que el vino repleta el pellejo.
Ardua tarea, pero no imposible, Ya Jesús lo dijo: " para Dios nada es imposible", pues a confiar y a tirar del carro que a algún lugar ha de llevar este camino.
¡¡Feliz día del Señor!!
LUC. 9,51-62,
MIRÁNDONOS EN EL PROPIO ESPEJO
El texto del evangelio de este domingo nos pone ante nuestra opción por seguir a Jesús y nos interroga por el lugar que ocupa en nuestra vida.
Seguir a Jesús no puede quedar en algo que se desee y que está muy bien, o en algo que realmente se quiera hacer y se haga. El tema está EN SABER PERMANECER EN ESA OPCIÓN y estar continuamente en ello, porque las ataduras que, muchas veces con cariz ingenuo, a las que nos vamos atando, son con mucha frecuencia, autenticas dificultades a la hora de seguir al Maestro con total y plena libertad.
El texto de este domingo nos lo muestra: La violencia de cualquier tipo que a veces empleamos y en nombre de Dios.
El intentar quedar bien con Dios ante los demás, "te seguiré a donde quiera que vayas", le dice uno, pero no se mueve ni está dispuesto ha hacerlo.
Los lazos familiares muchas veces disfrazados de un deber mal entendido. Reflexionando el tema descubrimos que seguir a Jesús está muy relacionado con la dimensión profética que El mismo lleva a cabo y que se sostiene en el abandono total en las manos del Padre.
Esto suena a heroico y lo es. El problema está en saber mantenerse ¿ Cómo? haciendo lo mismo que hacia el Maestro. Resulta que la misión que nosotros hemos asumido no es distinta a la suya: Anunciar el Reino de Dios y por tanto, el alimento que nos mantenga en ella ha de ser el mismo: La relación cotidiana con el Padre desde la oración y el amor que se ha de manifestar en el encuentro con los hermanos, vengan de donde vengan y sean lo que sean.
Sabemos de sobra y bien que lo sabemos, que esto, por nosotros mismos, no lo alcanzamos. Necesitamos la ayuda del Señor, la fuerza del Espíritu, la Palabra y la presencia del Hijo junto a nosotros y mucha humildad, una gran dosis de humildad que no permita que nos llenemos de soberbia con cara de buenos lo mismo que el vino repleta el pellejo.
Ardua tarea, pero no imposible, Ya Jesús lo dijo: " para Dios nada es imposible", pues a confiar y a tirar del carro que a algún lugar ha de llevar este camino.
¡¡Feliz día del Señor!!