DOMINGO XI DEL TIEMPO ORDINARIO.
CICLO C.
LC.7,36-8,3
DOS FORMAS DE ENTENDER A DIOS
El texto del evangelio de este domingo se inicia hablándonos de un fariseo que invita a Jesús a comer a su casa y ya, cuando están a la mesa, sucede el hecho embarazoso de la mujer que se cuela en la sala y hace lo que hace con Jesús. Los personajes se van definiendo a lo largo del relato y nos enteramos de que el fariseo que invitó a Jesús se llama Simón, al tiempo que a Jesús se le denomina maestro. El maestro que imparte enseñanza a alguien muy concreto pues sabemos de su oficio y de su nombre.
Es digno de notar la disposición de Simón para escuchar cuando Jesús le comunica que quiere decirle algo y la respuesta, que no podía ser otra, claro esta, a una pregunta tan evidente, pero que en cierto modo compromete al fariseo.
La propuesta de Jesús va por el tema del perdón y la conciliación, perdón que el Padre siempre oferta y que gran parte de los dirigentes religiosos del momento no terminan de entender que sea así, sobre todo, frente a determinados pecados.
Simón y los que son como el, se resiste a que Dios sea totalmente Dios, por tradición y por no se cuantas cosas mas. No se dan cuenta de que le mutilan en su bondad y largueza y le ponen trabas en su misericordia, "si supiera quien es" y así, nos lanzamos a ser jueces de los otros y hasta, si me apuran, del mismo Dios, porque es tan férreo el tema de la norma y tan estricto que hasta Dios tiene que olvidarse de ser tal y llevarlo a cumplimiento.
Si la postura de los fariseos - La norma por encima de cualquier norma - se fortalece en la tradición y en la interpretación de la ley que viene desde muy atras y que a los padres sirvió para relacionarse con Dios y convivir, la de Jesús está enraizada también en el Antiguo Testamento: el Dios que perdona, el Dios misericordioso, es lo que descubrimos en los profetas y en los salmos a tanto que escudriñemos un poco En el fondo son dos forma de entender y vivienciar a Dios que se oponen. Jesús, apuesta por el Dios de la misericordia el perdón y la cercanía.
¡¡Feliz día del Señor!!
CICLO C.
LC.7,36-8,3
DOS FORMAS DE ENTENDER A DIOS
El texto del evangelio de este domingo se inicia hablándonos de un fariseo que invita a Jesús a comer a su casa y ya, cuando están a la mesa, sucede el hecho embarazoso de la mujer que se cuela en la sala y hace lo que hace con Jesús. Los personajes se van definiendo a lo largo del relato y nos enteramos de que el fariseo que invitó a Jesús se llama Simón, al tiempo que a Jesús se le denomina maestro. El maestro que imparte enseñanza a alguien muy concreto pues sabemos de su oficio y de su nombre.
La propuesta de Jesús va por el tema del perdón y la conciliación, perdón que el Padre siempre oferta y que gran parte de los dirigentes religiosos del momento no terminan de entender que sea así, sobre todo, frente a determinados pecados.
Simón y los que son como el, se resiste a que Dios sea totalmente Dios, por tradición y por no se cuantas cosas mas. No se dan cuenta de que le mutilan en su bondad y largueza y le ponen trabas en su misericordia, "si supiera quien es" y así, nos lanzamos a ser jueces de los otros y hasta, si me apuran, del mismo Dios, porque es tan férreo el tema de la norma y tan estricto que hasta Dios tiene que olvidarse de ser tal y llevarlo a cumplimiento.
Si la postura de los fariseos - La norma por encima de cualquier norma - se fortalece en la tradición y en la interpretación de la ley que viene desde muy atras y que a los padres sirvió para relacionarse con Dios y convivir, la de Jesús está enraizada también en el Antiguo Testamento: el Dios que perdona, el Dios misericordioso, es lo que descubrimos en los profetas y en los salmos a tanto que escudriñemos un poco En el fondo son dos forma de entender y vivienciar a Dios que se oponen. Jesús, apuesta por el Dios de la misericordia el perdón y la cercanía.
¡¡Feliz día del Señor!!
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