sábado, 4 de abril de 2020

CARITAS SE REORGANIZA PARA NO DEJAR A NADIE ATRÁS

Los servicios de comedor, en funcionamiento para no dejar a nadie atrás


El estado de alarma decretado por el Gobierno ante la crisis del Covid-19 ha supuesto para Cáritas Diocesana de Canarias la reorganización de sus servicios con el objetivo de preservar las medidas de prevención dentro de sus posibilidades, y ha mantenido su compromiso con las personas y familias que se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad.

Por ello, y siguiendo las indicaciones del Gobierno, se ha mantenido el servicio de desayuno y comedor en los Servicios Generales de la Avenida de Escaleritas en Las Palmas de Gran Canaria, y en el proyecto Caipsho en San  Fernando de Maspalomas, y a través de las Cáritas Parroquiales de Santo Domingo y de San Pedro.
Trabajadores y trabajadoras y voluntariado de Cáritas, preparan cada día bolsas con desayuno y almuerzo, en la modalidad de menú completo, destinadas a las personas en situación de sin hogar que se acercan a nuestras instalaciones. En Servicios Generales, se reparten más de un centenar de menús diarios preparados en la cocina de sus instalaciones, a Caipsho acuden unas 45 personas diariamente y en cada comedor de las Cáritas Parroquiales de San Pedro y Santo Domingo, alrededor de 60 personas son atendidas cada día.
También, gracias a la coordinación con Protección Civil que se encarga de la distribución a domicilio, se reparten 40 menús para las personas más vulnerables que no pueden salir de sus casas, elaborados en la cocina de los Servicios Generales.

Y, aunque ha sido necesario reorganizar la actividad, Cáritas mantiene su compromiso con las personas que se encuentran en una situación de mayor fragilidad y trata de dar la respuesta más adecuada, en la medida en que las normas y las pautas de actuación decretadas lo permiten. En estos tiempos de incertidumbre, #LaCaridadNoCierra.
Agradecemos especialmente a los trabajadores y trabajadoras y al voluntariado de Cáritas que siguen trabajando para garantizar que nuestros servicios de comedor no hayan dejado de funcionar y mantener encendida la llama de la fe y el compromiso con los más vulnerables. Sin ellos, no sería posible dar esta respuesta ¡Gracias, de corazón!

Para poder seguir desarrollando esta labor, la solidaridad, el compromiso y la colaboración ciudadana son fundamentales. Puedes contribuir con una aportación económica a través de nuestra web o realizando una transferencia a la siguiente cuenta bancaria ES39 0081 7721 2100 0100 7801 (Banco Sabadell).

Ayúdanos a dar luz a las personas que más lo necesitan.

PARA CELEBRAR LA SEMANA SANTA


Venezuela: «Llueve sobre mojado»

Para muchos venezolanos no es posible hacer una compra de alimentos para guardar. Los datos presentados en febrero por el Programa Mundial de Alimentos revelan que el 8% de la población venezolana (2,3 millones de personas) está en situación de inseguridad alimentaria grave (hambre), “principalmente como resultado de los altos precios de los alimentos”.
El estudio refleja que otros siete millones están en situación de hambre menos severa, pero hambre. No hablamos de los que se han tenido que ir.
A principios de este mes (Marzo 2020), la FAO alertó de que Venezuela y Haití son los únicos países de América Latina que necesitan asistencia alimentaria exterior.
A Yonathan Torres le preocupa que la comida se acabe. Trabaja como mototaxista en La Vega, un barrio al oeste de Caracas. Lleva dos semanas resguardado, en cumplimiento de la cuarentena. Sus ingresos semanales llegaban a 100 dólares (93 euros). Con unos ahorros se aprovisionó de comida. “Con esto aguanto hasta que termine la cuarentena el 13 de abril, luego me va a tocar trabajar. Esperemos que no se extienda y que no se agrave. Me preocupa la comida, la gasolina no está llegando y si eso sigue así, no va a haber más comida”, dice el joven de 26 años, que vive con su esposa, hija y suegro.
La restricción del combustible para sectores prioritarios —trabajadores sanitarios, de seguridad, militares y transporte de alimentos— ha sido una medida inédita que se ha aplicado en una Venezuela petrolera que debe importar gasolina para el consumo interno, seriamente afectado por la caída de la producción, el colapso de la industria petrolera por la mala gestión y las sanciones económicas. En otros países en cuarentena el combustible se acumula por la paralización, en Venezuela las reservas parecen haber llegado al límite.
El sector agrícola ha advertido esta semana de que los productores no tienen acceso al combustible y que la distribución de las cosechas está comprometida y, por ende, el frágil abastecimiento. “Algunas ya se están perdiendo”, dijo Aquiles Hopkins, presidente de Fedeagro en la sesión virtual que tuvo el Parlamento esta semana. En el monitoreo de servicios durante la crisis que está haciendo la Asamblea Nacional se señala que para esta semana el suministro de combustible no llegó al 1% de las estaciones del país.
“Venezuela está parada desde hace mucho tiempo, luego de seis años de contracción del PIB. La cuarentena al final es una sobreactuación del Gobierno para disimular que estamos parados porque no hay gasolina, porque no hay actividad económica, no tanto por el virus, y que en el marco de la recesión mundial va a ser peor. ¿Qué economía del mundo va a estar preocupándose de la economía de un país cuyos jefes ahora están buscados por la justicia?”, opina el sociólogo Luis Pedro España, director de Ratio, una agencia de análisis de la Universidad Católica Andrés Bello.
El coronavirus avanza en Venezuela con 113 contagios confirmados y dos muertes en dos semanas. El espectro de los afectados por las medidas de confinamiento para frenarlo va más allá del grueso grupo de trabajadores por cuenta propia a los que Maduro prometió ―para cuatro millones de ellos— un bono de 350.000 bolívares (unos cuatro dólares, 3,7 euros), que alcanzan para un kilo de carne, que también ha entregado a los que poseen el llamado carnet de la patria. Mariana Hernández —ni Gerson ni Yonathan— no aplica para ese grupo. Ella se graduó en diciembre en la Universidad Central de Venezuela y empezó este año a trabajar como psicóloga clínica. Con 16 pacientes que veía en un centro médico privado podían mantenerse ella y su madre, profesora jubilada. Ahora está cerrado el edificio donde trabajaba y, como han hecho otros profesionales médicos, ha intentado pasarse a las consultas online, con poco éxito. “Veo personas mayores, que no manejan la herramienta y para quienes no es cómodo hablar desde sus casas. Yo vivo de mis consultas y me preocupa mucho que esto se extienda más allá porque veo mis ingresos muy reducidos. Con mis ahorros solo tengo para dos meses de comida”.
Fuente El País

Santa Misa de hoy presidida por el Papa Francisco en Santa Marta, sábado de la 5ª semana de Cuaresma, 4-4-2020


* «Es difícil que las tentaciones nos lleguen de golpe, el diablo es astuto. Y sabe cómo tomar este camino, lo tomó para llegar a la condena de Jesús. Cuando nos encontramos en un pecado, en una caída, sí, debemos ir y pedir perdón al Señor, es lo primero que debemos hacer, pero luego, debemos decir,: «¿Cómo llegué a caer allí? ¿Cómo comenzó este proceso en mi alma? ¿Cómo creció? ¿A quién he contagiado? ¿Y cómo al final me he justificado para caer?». Que el Espíritu Santo nos ilumine en este conocimiento interior»

viernes, 3 de abril de 2020

LO QUE QUIERO.

Quiero hacer de mis manos un cuenco
donde puedan beber los sedientos;
donde encuentre su pan todo hambriento,
bálsamo si heridos del corazón.

Quiero hacer de mis pies de romero
caminante de nuevos senderos
que señalen caminos nuevos;
mojones de serenidad y de amor.

Quiero de mis ojos casi ciegos
hacer luciérnagas del invierno;
y alumbren en todos los rastrojos
que el pasar de la vida nos dejó.

No quiero vivir en el enojo
ni en el constante e inútil lamento.
Quiero vivir forjando los vientos
por un mundo mas humano y mejor.
José Rodríguez Díaz.

jueves, 2 de abril de 2020

        NIÑOS EN EL MUNDO.










¡ Niño, niño, niño !
¡Solitario niño!
Déjame empapar mi corazón
con las lágrimas que seca el viento
en tu rostro de dolor.

¡Niño, niño, niño!
Manos sucias.
falto de cariño.
Rebuscando en basureros
pan negro y sin sabor.

¡Niño, niño, niño!
Soñando en los portales 
con el beso y el abrazo de la madre
que, sin saber por qué,
- bueno, es un decir -
en la calle te dejó.

¡Niño, niño, niño !
Pies descalzos faltos de armiño,
aprendiz de volteretas,
hombre viejo
en el circo del matón.

¡Niño, niño, niño !
Déjame gritar a los cuatro vientos
- cruel olvido -,
tu callado lamento,
hambre, injusticia, abandono, explotación.

José Rodríguez Díaz



miércoles, 1 de abril de 2020

HE COLGADO.

La imagen puede contener: planta, flor y exterior


He colgado en mi ventana
un geranio gitanilla,.
una camisa,
una hebilla.
la jaula de mi grillo,
un sobrero,
un bastón,
un cacharro de millo...
Todo lo que tengo.
¡Ah, se me olvidaba!
También mi corazón.
José Rodríguez Díaz
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