sábado, 7 de julio de 2018

LA PALABRA DEL DOMINGO

DOMINGO XIV DEL TIEMPO ORDINARIO.
CICLO B.
Marc. 6,1-16

TAN CERCANO QUE NOS CUESTA CREERLO
   Hoy acompañamos a Jesús a su pueblo, a Nazaret y nos encontramos que sus paisanos  se extrañan de lo que dice pues no terminan de creerse que  el hijo de  María y cuya familia compartía y hacia pueblo con ellos, pudiera hablar de esa forma. No nos dice el Evangelista lo que Jesús les hablaba pero  si toma cuenta de la resistencia e incredulidad que manifiestan. 
El texto termina diciéndonos que Jesús "se extrañó de su falta de fe".

Esto me hace pensar en la excusas y evasiones que a veces  nos buscamos las personas para no escuchar la verdad que se nos dice; poseemos una gran capacidad para elaborar argumentos mas o menos razonados y desde ellos  negarnos y dar la espalda a lo evidente y prolongamos en el tiempo la aceptación sincera de la realidad y mas, cuando  viene de alguien a quien consideramos  igual o menos que nosotros. La soberbia suele colarse por esos recovecos que revestimos de lógica.
   Creo que el texto nos hace una reflexión que nos invita a  saber descubrir la Palabra y la presencia de Dios en el acontecer cotidiano y que se manifiesta  desde lo nuestro, que pone en tela de juicio nuestras actitudes, comportamientos y decisiones. Siempre o casi siempre, esperamos lo grandilocuente, que lo vamos a criticar igual o de otra forma, pero lo criticamos, pensando que lo lógico sería que fuese el mismo Dios el que nos corrigiera pero no, resulta que es uno  que ha crecido entre nosotros, que conocemos a su familia y que ha corrido por nuestras calles y le hemos visto hacerse hombre ¿ Pero que se ha creído? ¿ de qué va? Solemos decir...  era lo que le pasaba a esta gente y no nos damos cuenta de que Dios se vale de lo pobre, de lo  cercano, de lo que conocemos y controlamos, para ayudarnos a estar en la verdad, sacarnos de error y que así progresemos en su y nuestro conocimiento, en sabiduría, en nobleza y piedad.

¡¡Cuantas palabras dichas y no escuchadas, cuantos susurros al oído olvidados en un santiamén y cuantas exigencias para que sea lo que yo quiero que sea, obviando que estoy en un camino de aprendizaje  que aún no ha concluido!!
¡¡Feliz día del Señor!!

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