Después de poco tiempo, se quedó sin trabajo, con una niña pequeña y una hipoteca. Por
consejo
de su suegro, se hizo pastor de ovejas. Era un trabajo duro, pero Dios
lo usó para entrar en su vida. En el camino por donde llevaba a las
ovejas había una ermita muy pequeña que no tenía imagen, le dio pena y,
aunque no era muy religioso, empezó a tener trato con la Virgen.Aquí nos cuenta cómo Dios se hizo presente en su vida hasta convertir también a su mujer. Les sostuvo y les ayudó a vivir con esperanza en medio de sus sufrimientos. Les hizo comprender y aceptar que Dios siempre quiere nuestro bien y que solo tenemos que ponernos en sus manos.
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