viernes, 15 de agosto de 2025

 LA PALABRA DEL DOMINGO.DOMINGO XX DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO C.

UN, DOS, TRES, EL MUNDO AL REVÉS.

Nos encontramos este domingo con unos textos que han de ayudarnos reflexionar, a mirar a nuestro alrededor con sinceridad y sin miedo ante lo que nos podamos encontrar, a decir la verdad, sobre todo cuando es en bien de los hombres, cuando es la misma palabra de Dios. Así, los textos de la Palabra de Dios han de ser como el alimento que ayuda a vivir una vida con sinceridad, realista y con perspectivas auténticas de futuro.


Vamos a las lecturas: La primera es del profeta Jeremías ( Jer. 38,4-6. 8-10 )Este hombre que vivía en palacio, era un profeta cortesano, por decir la verdad desde la Palabra que Dios le inspira, es encarcelado aunque luego el rey se arrepiente y lo manda sacar de la cisterna a donde mando le hundieran por influencia de algunos jefes que no querían ver ni aceptar la realidad que el profeta les estaba poniendo delante y de la que les estaba advirtiendo. El profeta tenía razón y se cumplió lo que decía. La relación con Siria y Egipto nos traerá la perdición, era lo que decía.

La segunda lectura nos lleva hasta la carta a los Hebreos ( Ebr. 12, 1-4 ) que ya conocemos y en donde se  nos invita a despojarnos de todo lo que estorba a nuestra realidad de cristianos. Nos invita mirar al mundo y a mirarnos a nosotros y a no fiarnos mas que de la Palabra de Dios que es la que nos ayuda a encontrarnos con nosotros y saber por donde han de ir nuestros pasos; por tanto, nos dice: quitémonos lo que nos estorba y el pecado que nos ata y corramos en la carrera que nos toca, sin retirarnos, fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe: Jesús. La verdad por encima de todo, la verdad, como Jesús, que no la negó ni se hecho atrás. Esa verdad fué el germen de su victoria y lo es de nuestra libertad que un día ganaremos en y por el Padre.

El texto del evangelio como ya podemos imaginar es de San Lucas ( 12, 49-53 ). Para Lucas la fe es como un toro que ha de envestir desde la nobleza, pero con la fuerza necesaria que  impele la verdad. En el texto de hoy nos encontramos a Jesús que expresa el deseo intimo de su corazón y que no es otro mas que el que todos los hombres encuentren el fuego del amor de Dios en sus vidas y se muevan por ahí. Y por eso Jesús vemos como  advierte a los que buscan una fe y una religión sin compromiso y domeñada, que no arriesga. que es insulsa y no pregunta y espera se lo den todo hecho. No, no es eso lo que el propone.



Jesús dice, hecha  al vuelo sus palabras y anuncia que ha venido a traer guerra en el sentido de que las conciencias han de despertar y en ese despertar van a encontrar oposición no solo en la calle, sino tambien dentro de casa e inclusive en nuestro interior. Esta hablándonos de fe sincera y leal, fe de verdad, de esa fe que no se conforma con rezar, sino que busca sentido a la existencia y que se pregunta por el dolor, por el hambre, la guerra y hasta por el mismo Dios. Es la fe de los milagros, si, de los milagros del compartir y de caminar junto a los que caminan solos, es la fe de los que oran al Padre sin buscar el consuelo, buscando eso si, la paz de los otros y olvidándose de la propia, la de hacer su voluntad. Es la fe de permanecer  y sobrellevar el milagro de la duda, la de Getsemaní, la que no tiene nada seguro, la que pregunta a Dios, por el dolor, la muerte y el mal en el mundo y que necesita orar preguntando para hallar algo de descanso y consuelo sabiendo que tan solo en el Maestro está el modelo de vida. Ahí hemos de encontrar como El, en el Padre, pero cuando ya todo esté cumplido y hecho. Cuando realmente la vida esté en las manos del Padre. La verdad, la sinceridad, la lealtad, son atributos del mismo Dios. Solo al final veremos con claridad.

¡¡Feliz día del Señor !!


José Rodríguez Díaz


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