El obispo de Donetsk, Monseñor Maksym Ryabukha, relata la situación de su diócesis, situada en el epicentro de la guerra de Ucrania
ACN.- Uno de los obispos más jóvenes del mundo es el ucraniano Monseñor Maksym Ryabukha, de 45 años, que tiene a su cargo la atención espiritual de uno de los territorios más delicados del mundo, la zona centro-oriental de Ucrania, en las regiones de Donetsk, Luhansk, Dnipró y Zaporiyia. No puede entrar en la mitad de su diócesis, ocupada por las fuerzas rusas; incluso su catedral está cerrada. Pero se define un “obispo sobre ruedas” porque está siempre en el coche para estar cerca de su gente.
Gracias a la ayuda de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), cuya sede internacional el obispo ha visitado estos días, sus sacerdotes y religiosas están recibiendo formación para ayudar a jóvenes a superar el trauma de la guerra.
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