sábado, 25 de enero de 2020


Hoy en todo el mundo muchas personas tienen hambre y sed de vida, de salvación y de la paz que solo Cristo puede dar. Sabemos que de la abundancia de su amor Cristo habla a la gente como amigos (ver Juan 15,14-15), sabemos que vive entre nosotros de manera que puede invitar y atraer a cada persona a intimar con Él (Dei Verbum 2). En esta perspectiva, la Iglesia, desde su nacimiento ha buscado proclamar a Cristo y darlo a conocer (ver 1 Corintios 2,2). Esta misión es el corazón o raison d’être de la Iglesia (ver Mateo 28,19-20; Marcos 6,7-12). No podemos negar, sin embargo, que muchas personas no tienen este “fácil acceso” al Señor a través de la Sagrada Escritura y las homilías que el Concilio Vaticano II promovió en sus documentos (ver Dei Verbum 22 y Verbum Domini 115).
En el año 2019 se cumple el 50 aniversario de la fundación de la Federación Bíblica Católica. En el año 2020 se cumple el 1600 aniversario de la muerte de San Jerónimo, el gran traductor de la Biblia, que intentó convertir la Escritura en el lenguaje cotidiano y “común” de la gente sencilla, para hacer que la Palabra de Dios fuera accesible a todos. Su celo por hacer que la Escritura fuera accesible a la gente nace de su convicción: “ignorantia Scripturarum ignorantia Christi est” (la ignorancia de la Escritura es ignorancia de Cristo).
La feliz coincidencia de estos dos aniversarios animó al Comité Ejecutivo de la FEBIC a animar a sus miembros a celebrar el año 2020 como un “Año de la Palabra de Dios”, a comenzar el primer domingo de Adviento (1 de diciembre de 2019) hasta la fiesta de San Jerónimo (el 30 de setiembre de 2020).

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