sábado, 6 de abril de 2024

SEGUNDO DOMINGO DE PASCUA . DOMINGO DE LA DIVINA MISERICORDIA

CON LA FUERZA DE  SU RESURRECCIÓN.

Los tres textos que se nos ofrecen hoy para reflexionar desde la Eucaristía vienen cargados de sugerencias con respecto a la fe, al estilo de vivir del cristiano y a la fuerza  y permanente presencia del Resucitado entre los suyos.

Desde cada texto se puede escribir  y reflexionar mucho, pues no en vano nos remiten a los primeros tiempo de la Comunidad Cristiana que llena de vida y vigor y con la  presencia del Resucitado se hecha a las caminos del mundo  ofreciendo una nueva forma de vivir en donde las relaciones humanas dicen mucho y en donde  el encuentro con Dios lo ha de sostener todo.

En la primera lectura ( Act.  5,12-16) se nos dice que los  apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor con mucho valor . Esto hace que  todos se sientan reforzados por la palabra y la gracia  y emprendan  un nuevo estilo de vida que  les lleva a  desconcertar sin pretenderlo a una sociedad en donde  hasta los hombres podían ser propiedad privada y particular de  determinadas personas con influencia. me refiero a la esclavitud. Una comunidad que comparte es un antídoto  contra el egoismo y la riqueza en manos de pocos que empobrece y causa sufrimiento a la gran mayoría de la población: " Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ¡ Ven, Señor Jesús! "

En la segunda lectura es San Juan ( 1a. Ju.5,1-6) quien nos habla  y quien nos dice que la fe en Jesús es el camino para estar, vivir y sentir con Dios. No hay otro camino si queremos vencer el mal que hay en el mundo y que  en cantidad de veces nos domina y trata de derruir lo que Cristo ha levantando con su obediencia ante el sufrimiento, con su entrega a la voluntad del Padre, con su amor por nosotros y que se visibiliza en la eucaristía que su iglesia celebra como memorial y recuerdo del camino que ella debe hacer y que no es otro mas que el que hizo su Señor: " Hagan esto en memoria mía". 

El tercer texto es el evangelio, como todos sabemos  y que  en esta ocasión es de San Juan ( Jn. 20,19-31).Puede dar la impresión que el Evangelista quiere  juntarlo todo en este capítulo  que se presenta muy denso y nos damos cuenta de que no nos podemos conformar con leerlo solo una vez, sino que hay que volver una y otra vez sobre el para  poder quedarnos con tanta riqueza como despliega en los acontecimientos que nos relata: La  aparición de Jesús, el miedo de los discípulos, las dudas que en estos se alojan, la comida con ellos, el don de la Paz y del Espíritu, la  instauración del sacramento de la penitencia, el testimonio ante Tomas, su incredulidad, la vuelta del Señor a la siguiente semana, la misericordia y  cercanía que el Señor le muestra a Tomas, su animar a creer y permanecer en ello y todo esto, termina el evangelista diciéndonos, es para que tengamos vida en su nombre.

Así que, la Resurrección de Jesús nos ofrece caminar por derroteros distintos que hasta ahora  hemos traído, nos ha de conducir  por caminos de libertad que no son ajenos al miedo y los  prejuicios, nos ha de empoderar con el valor que debe aportarnos el creer en el Resucitado para que no sigamos con la misma vida en donde quizá la monotonía, la  desesperanza y la falta de ilusión, hacen sus estragos: " Vayan por el mundo y anuncien la Buena Noticia " .

¡Feliz Pascua de Resurrección!

José Rodríguez Díaz   




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