ESA PALABRA QUE NOS LLEGA Y NOS REDIME.
Desde el libro del Deuteronomio se nos invita hoy a saber encontrar la palabra de Dios en nuestro corazón, no como algo que nos viene dado de forma maravillosa y extraña, sobrecogedora. No, la palabra de Dios, nos dice Moisés, en este texto es algo que esta en nuestro mismo ser, conformando nuestra propia existencia de forma que no es necesario andar rebuscando aquí o allá o esperando acontecimientos extraordinarios para poder saberla, tenerla, saborearla y sobre todo, cumplirla. El texto termina diciéndonoslo: “ El mandamiento está muy cerca de ti: en tu corazón y en tu boca. Cúmplelo”
De esta forma intenta Moisés desmitificar todo lo que a la Palabra de Dios concierne intentando ayudar al pueblo a que se acerque al conocimiento de Dios y de su palabra desde la cotidianidad, desde el cada día, porque esta palabra conforma el ser del hombre, porque en esa palabra esta el origen de su existencia (Gén. 1ss.) y sólo es cuestión de que la criatura se atreva a descubrirla y hacerla suya.
El segundo texto que se ofrece a nuestra reflexión es de San Pablo a los colosenses y en donde les regala un himno en el que pone a Jesús dentro del misterio de Dios conformando unidad y primariedad cuando nos dice, entre otras cosas que :“Cristo Jesús es imagen de Dios invisible, primogénito de toda criatura, porque por medio de él fueron creadas todas las cosas...” Intenta Pablo con este himno dejar bien claro cuales el papel de Jesús en la economía de la salvación conformando y completando el misterio del Dios revelado. Trata Pablo de ayudar a esta comunidad a tener bien claro el papel importante y principal de Cristo en el mundo de la fe y dentro de la comunidad y ya lo apunta, como nos dirá Juan en su evangelio ( Jn. 1ss. ) como el que desde el principio participa en la obra creadora. Sabemos que Juan va mucho mas lejos que Pablo en su reflexión, pero el apóstol de los gentiles ya está apuntando a la integración total de Cristo en el misterio del Dios Trinitario saliendo al paso de las herejías que se están abriendo camino y que van a poner en crisis la figura de Cristo en el ámbito de la iglesia, de la fe, como son el docetismo, el ebionismo, el adopcionismo y otras que vendrán después.Lo importante es que Pablo en su momento supo estar a la altura de la necesidad de esta comunidad que no tenía bien claro cual era el papel de Cristo en la historia de la salvación corriendo el riesgo de hacer de Jesús un iluminado mas y no; Pablo reivindica la figura de Cristo Jesús como: “ la cabeza del cuerpo: de la iglesia. El es el principio, el primogénito de entre los muertos, y así, es el primero en todo. Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud . Y por él quiso reconciliar consigo todos los seres: los del cielo y los de la tierra, haciendo la paz por la sangre de su cruz”. La Iglesia naciente necesitó ahondar en el misterio de Cristo.
Y llegamos al texto del evangelio que es de Lucas y en donde Jesús es interrogado por una autoridad religiosa del pueblo sobre lo que debe hacer para heredar la vida eterna. Jesús le remite a la ley añadiéndole lo del amor al prójimo. Y se establece un diálogo en donde la pregunta sobre la vida eterna pasa por el amor a Dios y deriva en el amor al prójimo. Quizá el letrado pensó sentirse mas a gusto en este tema que parece ser mas escurridizo, con mas recovecos para poder escapar, al tiempo que mas comprometedor en la respuesta. Jesús le sale al paso con la parábola del Buen Samaritano implicándole en la respuesta adecuada que no es otra mas que la de la misericordia como estilo de vida. Jesús termina invitándolo ha hacer lo mismo que aquel que ayudo al caído. Luego, la pregunta primera cuya respuesta era el amor a Dios con todo el corazón etc, etc, adquiere un nuevo matiz que no se puede obviar: el amor a Dios pasa a la fuerza por la vida del otro y con todo el corazón.
¡¡FELIZ DÍA DEL SEÑOR !!
José Rodríguez Díaz